Libro:
“Ensayo sobre la ceguera”
¿De
qué trata?
El libro trata de que en una ciudad
las personas poco a poco van quedándose ciegas, no saben el motivo ni razón por
la que está pasando eso, lo que si saben es que es contagioso con el simple
hecho de tener contacto directo con las primeras personas infectadas de este caso
de ceguera llamado “El mal blanco”.
La primera persona que presento este
caso de ceguera fue el conductor de un carro, él no sabía que era lo que le
había ocasionado este mal ya que no tenía antecedentes de tener problemas con
su vista y afirma que no había usado lentes antes, lo cual hizo que sintiera
una gran desesperación, y asombro, ante la situación un hombre se ofreció en
llevarlo a su casa para después aprovechar el mal estado en el que se
encontraba el ahora enfermo y fugarse con su carro.
Más tarde al llegar la esposa del
primer infectado se dieron cuenta de la que les habían robado el carro pero
debido a la situación de que no habían podido ver el rostro del ladrón, no
hicieron nada y tuvieron que acudir al doctor con la ayuda de un taxi, al
llegar al consultorio fueron atendidos rápidamente, dejando atrás a los demás
pacientes que estaban esperando su turno, lo cual ocasiono el disgusto de
algunos de ellos. Durante la consulta el medico no pudo dar un diagnostico ya
que la persona no tenía motivos para quedarse ciego así que lo mando a hacerse
unos estudios y le pidió que regresara en cuanto los tuviera aunque eso después
no fue posible ya que, el siguiente en padecer este mal fue el mismo médico que
lo había atendido, y el como profesional dio aviso a las autoridades de lo que
estaba pasando y le había ocurrido, gracias a esto las autoridades tomaron
medidas y optaron por aislar a estas personas infectadas del resto de la
sociedad para evitar más contagios y problemas de ceguera. El lugar al que
fueron llevados el primer ciego, el médico, su mujer, el ladrón del carro, y
otros, fue a un manicomio abandonado, el cual era vigilado por el ejército que
les prohibía abandonar el lugar pero que también era el encargado de llevarles
la comida y meter a las personas que con el tiempo se iban infectando, aunque
tuvieron una excepción ya que la mujer del médico les mintió, porque ella si
podía ver.
En el lugar llegaron a meter a más de
doscientas personas lo cual ocasiono que el ambiente de ese lugar fuera sucio,
oloroso y repugnante para las personas, ya que se miraba en cualquier parte del
manicomio los deshechos intestinales de las personas. Para los militares era
más fácil acabar de una vez por todas con la epidemia no importando el precio
que esto tuviera y decían “muerto el perro se acabó la rabia” este pensamiento
junto con el miedo, los orillo a dispararles sin piedad a un grupo de ciegos
que habían salido a recoger su comida del día. Después de esta situación se
presentó otra similar pero dentro del establecimiento, ya que un grupo de
abusivos malvados se adueñaron de la comida y para darles solo un poco a los
demás les pedían artículos personales de valor monetario, y cuando ya no les
fue suficiente eso pedían tener relaciones con las mujeres de las demás salas,
cosa que las mujeres debido a la necesidad tuvieron que acceder a esta petición
perdiendo su dignidad y sacrificándose por sus compañeros de sala. Esta acción
hizo que la mujer del médico se descontrolara de una manera inesperada matando
al líder de este grupo de malos enterrándole unas tijeras directo a su garganta
y diciendo así no volver a pedir mujeres a cambio de la comida que se sabía que
estaba destinada para todos en el lugar, pero como después los militares ya no
les llevaban comida, tuvo que regresar la mujer del médico en compañía de
otros, pero nuevamente les negaron la comida pero de forma distinta,
obstruyendo la entrada de la sala, la mujer desesperada por esto les prendió
fuego a las camas que le impedían el paso sin medir las consecuencias porque el
fuego se expandió por todos lados, los ciegos al querer escapar, algunos
quedaban en el intento ya que el resto de los ciegos los tiraban y pisoteaban,
o a otros los alcanzaba el fuego. Al salir del edificio la mujer del médico
sorprendida corrió la voz de que eran libres, que los militares ya no se
encontraban ahí y salieron al exterior con el resto del mundo. Fue sorprendente
la noticia que les había comunicado a los suyos la mujer del médico diciendo
que todos en la ciudad se habían quedado ciegos, como pudieron lograron llegar
a la casa del médico y su mujer, donde estuvieron viviendo por varios días
mientras que la mujer del médico era la que salía a buscar comida para los
demás, hicieron la costumbre de hacer una lectura cada noche en el comedor, y
precisamente mientras la mujer del médico les leía los demás cerraban los ojos,
en eso el primer ciego al abrir los ojos, emocionado empezó a gritar “veo, veo”
como lo había hecho cuando se había quedado ciego, los demás ansiosos y con
esperanza no durmieron esa noche, esperando a que les llegara su turno y así
fue, poco a poco la ciudad volvía a ver.
¿Qué
aprendí?
Que hay situaciones en las que las
personas llegan a sentirse desesperadas y con miedo que se dejan llevar por
esas emociones, perdiendo la esperanza de que las cosas pueden mejorar, y que
la necesidad cambia a las personas, van perdiendo los sentimientos que tenían
anteriormente y los valores con los que las demás personas hicieron que
crecieran como en una parte del libro que dice
“Pobre tú, cuando os encontréis,
ciegos de ojos, ciegos de sentimientos, porque los sentimientos con los que
hemos vivido y que nos hicieron vivir como éramos, nacieron de los ojos que
teníamos, sin ojos serán diferentes los sentimientos, no sabemos cómo, no
sabemos cuáles, tú dices que estamos muertos porque estamos vivos” que también
nos enseña que a veces las personas se dejan llevar solo por lo que ven, y no
por lo que sienten o hacen.
¿Cómo
se relaciona con la filosofía?
Se relaciona porque hacen mención de
los sentimientos de las personas y como es que cambian dependiendo de las
situaciones por las que están pasando, las necesidades básicas de las que
depende un ser humano como lo son vestirse, comer, asearse, tener un hogar, y
la vida repugnante que les hicieron vivir en el manicomio no cumplía con todas
esas necesidades, prácticamente los hicieron vivir como ellos quería que lo
hicieran y no como debe de hacerse.