miércoles, 6 de marzo de 2019


¿Quién era el Dios de Spinoza?



Baruch de Spinoza era un filosofo holandés que es fue considerado como uno de los grandes racionalistas de la filosofía en el siglo XVII junto con descartes y pascal entre otros.

Sus reflexiones supusieron una gran critica a la visión clásica y ortodoxa de la religión algo que derivó en su excomunión y destierro, así como la prohibición y censura de sus escritos por parte de su comunidad.

Su visión sobre el mundo y de la fe se aproximan en gran medida al panteísmo, es decir que la idea de que lo sagrado es toda la naturaleza en sí misma. Esto básicamente quiere decir que Todo es Dios.

Aunque el holandés fue repudiado por su forma de pensar, sus obras perduraron. Y no solo eso, sino que fueron abrazadas por mentalidades tan ilustres como la Albert Einstein. La postura y creencias religiosas del físico se aproximaban a la visión del Dios de Spinoza.

Cuando Einstein fue entrevistado por el rabino Herbert S. Goldstein sobre que si creía en dios y el respondió "Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela así mismo en una armonía de lo existente, no en un Dios que se interesa por el destino y las acciones de los seres humanos".

En 1930, durante una entrevista publicada en el libro Glimpses of the Great de G. S. Viereck, el Premio Nobel se explayó aún más sobre este tema:  "Tu pregunta es la más difícil del mundo. No es algo que pueda responder con un simple sí o no. No soy ateo. No sé si puedo definirme como un panteísta. El problema en cuestión es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola? La mente humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo. Estamos en la posición del niño pequeño que entra a una inmensa biblioteca con cientos de libros de diferentes lenguas. El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo o quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un orden misterioso, el cual no comprende, solo sospecha. Esa, me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la más grande y culta, en torno a Dios. Vemos un universo maravillosamente arreglado que obedece ciertas leyes, pero apenas entendemos esas leyes".

"Nuestras mentes limitadas no pueden aprender la fuerza misteriosa que mueve a las constelaciones. Me fascina el panteísmo de Spinoza porque él es el primer filósofo que trata al alma y al cuerpo como si fueran uno mismo, no dos cosas separadas".

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